31/3/14

Los 2500 km en bicicleta [Parte 1/5: Talca/Malargüe]


Con Héctor alegres por llegar al límite
Era mi primer viaje largo en bicicleta. Lo más que había recorrido anteriormente eran 250 km, repartidos cómodamente en 6 días, durmiendo en casas de amigos, familiares y hostales, en caminos de buen asfalto y entre pueblos a 10 km entre sí. Sabía que si quería sobrevivir al gran viaje en bicicleta -que espero hacer pronto- debería transformar la bicicleta en mi casa, viviendo con lo mínimo y preparado además para caminos dificultosos.

Así es que decidí cruzar a Argentina, donde a través de las rutas cordilleranas se pueden encontrar caminos dificultosos, pueblos y ciudades alejadas entre sí, climas hostiles pero todo en medio de bellos paisajes.

Mi bicicleta: una bicicleta de montaña común.  Mi sistema de equipaje … un desastre, pero por suerte el ánimo nunca decayó, además entrené bastante y mi físico me pudo acompañar en todo el viaje.


1° Parte. Talca-Malargüe


0 – 170 km [Talca/Límite de Chile]

Eran las 6:00 am cuando Héctor llegó a mi casa. Un buen amigo con quien pedalearíamos hasta el límite, coincidiendo con el encuentro chileno-argentino que se celebra desde hace medio siglo. La primera fue una larga jornada, con 120 km de pedaleo pero por buen camino. Al medio día hicimos una gran pausa en Armerillo, donde comimos, nos dimos un baño y descansamos un buen rato. Al continuar y en la aduana la mina -km 100 de la ruta Pehuenche CH-115- realicé el trámite aduanero para poder cruzar a la Argentina. El trámite demoró un poco pero solo porque en el sistema no aparecía la opción “bicicleta” como medio de transporte.  Esa noche armamos campamento entre el camino y el río.

Héctor a la orilla del camino, mientras esperábamos el furgón.

El día siguiente comenzó a las 7 am, para ordenar, comer algo y levantar campamento. Nos reuniríamos con familiares que pasarían en un furgón al encuentro chileno-argentino y nos podrían ayudar llevándonos algo de equipaje. A las 9 llegaron y partimos. Sabíamos que desde ese punto el camino comenzaba a ascender en la gran cuesta Los Cóndores. Llegamos al límite cerca de las 2 pm, donde ya se celebraba la multitudinaria fiesta. Aquel día también celebramos, compartiendo comidas típicas y tragos con los hermanos del vecino país.

Con la familia y amigos. En el encuentro chileno-argentino.


170-328 km [Límite de Chile/Malargüe]

Era domingo y el encuentro chileno-argentino comenzaba a despedirse. Me despedí de amigos y familiares, armé la bicicleta y su abultado equipaje para partir. Aquel domingo eran las 6 pm cuando comencé a pedalear hacia Argentina.

En el límite comenzaba el camino de ripio - aunque amplio y bien compactado- bordeando el río Grande entre bellas y novedosas montañas. Aquel día me cayó pronto la noche, no alcancé a llegar a la aduana y armé campamento a orilla del río en un lugar protegido del viento que a esa hora ya soplaba muy fuerte. Al día siguiente en las Loicas realicé el trámite aduanero y continué la ruta. 15 km después aparece el asfalto, en buen estado y bastante nuevo. El camino continúa igual hasta el final de la ruta 145 uniéndose a la afamada ruta 40, lugar en que además se encuentra Bardas Blancas, un pequeño pueblo cuyas casas y arboles parecen agotados de una incesable lucha con el intenso viento de la zona. Me sorprendió un museo con fósiles marinos al aire libre.


El cerro Campanario, visto desde el lado argentino.

Un Piche, que posó para la foto
Las curiosas montañas de Bardas Blancas

Al día siguiente, tomé la Ruta 40 hacia el norte y al poco andar se transformó en ripio con algunas zonas en muy mal estado. Mi siguiente destino era caverna de brujas, donde para llegar hay que empalmar un camino de tierra de mucha pendiente y en medio de una zona muy ventosa, una durísima ruta para la bicicleta. Al llegar a caverna y al no tener cupo reservado tuve que esperar algunas horas pero valió totalmente la pena. Es una gran caverna, llena de pasadizos, estalactitas, estalagmitas y curiosas formaciones parecidas al mármol.


En el refugio de los guardaparques. Caverna de brujas

Ingresando a la caverna. Un largo recorrido de hora y media.

Luego retomé la ruta 40, la que en 2 km volvió al asfalto que parecía recién puesto. Pedaleé sin cesar hasta Malargüe, ciudad a la que llegue de noche. Aquí me fui al camping municipal, donde estuve los siguientes 4 días, conociendo los alrededores y compartiendo con gente conocida.

El único descanso camino a Malargüe. Se me acababa el día

El camping municipal de Malargüe la noche en que llegué

328-430 km [Malargüe]

Malargüe es una ciudad cordillerana de unos 30 mil habitantes, muy limpia y de gente muy amable. Sus habitantes no usan candado para sus bicicletas, puesto decían que desde años no sabían del robo de una, además hay bicicleteros en casi todos los negocios. Conocí aquí a la familia Ramal, con quienes compartí varios días.

Estando aquí tomé la bicicleta y me fui a conocer los castillos de Pincheira. En 30 km de ripio en buen estado se llega a esta colosal formación natural, donde habría habitado aquel famoso clan familiar, además de “huarpes” en la época precolombina puesto se han encontrado puntas de flechas y cerámicas antiguas en el lugar. Luego fui al dique Blas Brisoli, que casi no tenía agua producto de la emergencia hídrica que desde varios años afecta a la región.  

Con los castillos de Pincheira en el fondo

Sobre los cerros, camino a los castillos de Pincheira


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