20/9/17

[Alemania] Cruzando Alemania por el sur. Siguiendo el río Isar


 

Pedalear por Alemania resulto muy sencillo, encontré gente muy amable que, en la mayoría de los casos, hablaban muy bien el inglés. Cada vez que me detuve bajo un letrero o a ver leer algún mapa, alguien se acercó a preguntarme si necesitaba ayuda. Los coches también son amables, respetan el espacio mínimo al adelantarte y si no pueden adelantar, no lo hacen. En Alemania está permitido el camping silvestre pero solo por una noche en el mismo lugar y espacios silvestres hay muchos. La ciclovía del Isar es realmente buena, solo en un par de tramos dejó de ser asfalto pero en general muy bien señalizada, asfalto perfecto y entorno muy limpio. En definitiva, el cruce por Alemania fue tranquilo, disfrutando los hermosos paisajes y la simpatía de su gente.

La bitácora

Antes de llegar a Alemania crucé media jornada por Austria, bordeando el gran lago de Constanza. Un impresionante lago con hermosas playas en sus orillas, pero voy a Alemania, debo seguir. Voy subiendo pequeñas colinas y acercándome poco a poco a la frontera, un cartel aparece de sorpresa y me da la bienvenida a Alemania.

No hay ningún tipo de control, estoy en espacio Schenguen, pero el letrero es lo único que me ayuda a reconocer que ya estoy en Alemania. Programo la ruta próxima pero me es fácil ya que de inmediato aparecen carteles mostrando las rutas para la bicicleta. Voy avanzando entre campos y suaves colinas, los coches toman mucha distancia cuando me adelantan, me esperan, respetan mucho la bicicleta. Llego pronto a Ottmanshofen, donde unos amigos me esperan. Aquí me preparo informativamente para enfrentar Alemania, gano mucha confianza, tanto así que llego prontamente a Munich, sin ningún problema (excepto en la bicicleta).

Munich es una ciudad con muchos ciclistas, desde Barcelona que no veía tanta bicicleta en una gran ciudad, aquí hay pistas por todas las calles, por todos los parques, por todos los puentes. moverse por Munich con la bicicleta resulta muy sencillo, solo procura respetar el sentido del tráfico, aunque a mi me tuvieron paciencia (por ser forastero) explicándome de buena forma que estaba en sentido contrario.

Desde Munich comienzo a pedalear nuevamente con Caterina y vamos siguiendo el río Isar que se mueve con aguas muy limpias y te invita a darte un baño cada en cada parada. No nos despegamos del Isar, vamos por una perfecta ciclovía que recorre ambos costados del río, acampamos en sus riveras, nos abastecíamos en los pequeños pueblos cercanos y así llegamos hasta donde el río Isar se une al Danubio. Este fue mi primer encuentro con el gran río Danubio, al que por los planes de ruta voy a topármelo muchas veces.

Desde Dangendorf, ciudad alemana donde se unen estos dos ríos, comenzamos a subir en dirección a República Checa, estamos muy cerca de la frontera pero las carreteras se vuelven muy transitadas y desaparecen las ciclovías, debemos buscar alternativas. Encontramos algunas pero nos toman mucho tiempo, son senderos de trekking, hermosos pero muy complicados para la bicicleta. Luego de tres días subiendo, llegamos finalmente al pueblo limítrofe y de pronto al no poder leer ningún letrero descubrimos que habíamos cruzado a la frontera, hemos llegado a República Checa.

Un letrero me da la bienvenida a Austria. Debo cruzar una parte del país para llegar a Alemania

Finalmente, he llegado a Alemania.

Leutkirch, sur de Alemania

Visistando un castillo en las cercanías de Luetkirch, sur de Alemania

Con los amigos de Ottmannshofen


munich 
Munich



El parque Monopteros, un gran parque cerca de la ciudad donde cruza un río de aguas muy limpias, ideal para un baño durante el verano

Las señalizaciones para las bicicletas en Alemania

La ciclovía que va al costado del río Isar

Un campamento a orillas del río Isar

El río Isar

Algunas variantes que tomamos cuando no teníamos ciclovías.

Casas en los campos adornadas

Wolfestein


Caminos alternativos en Zwiesel, cerca de la frontera con república Checa 

Pequeñas dudas aparecen, ¿Cual camino tomar?. Ninguno aparece en mis mapas, es una apuesta

Finalmente en Bayerich Einstentein, cruzando a República Checa


17/9/17

[Liechtenstein] el pequeño país oculto entre las montañas y el río Rin




¿Que puede esperar uno de un país que solo se ve como un pequeño punto del mapa?, antes de entrar no sabía nada, solo que tenía unos 30 mil habitantes repartidos en apenas 160 km2, con esto solo podía imaginar una urbanización extendida hasta todas sus fronteras.

Voy en Suiza siguiendo el río Din que a su costado tiene una perfecta ciclovía de asfalto. Estoy cerca de Liechtenstein, los letreros en la ruta me advierten que está solo cruzando el río, tomo un pequeño puente solo para peatones y bicicletas y en medio de este puente, un escudo aparece y me da la bienvenida, estoy en Liechtenstein.

Entro por caminos asfaltados cuyas prados en las orillas están perfectamente recortados. No hay cercos (salvo para algunos animales), tampoco basura en las calles. De fondo las montañas coronan una gran postal. Sigo avanzando y primera sorpresa, letreros para bicicletas en todas las calles, que por lo demás son todas muy tranquilas. Mucha gente se mueve en bicicleta, miran extrañamente mi bicicleta pero siempre saludan muy amables. Unos castillos aparecen por los cerros, no son grandes castillos pero están muy bien conservados. me dirijo a su capital, Vaduz.

Finalmente llego a la capital y una ola de turistas me recibe, están por todos lados, bajan de los buses venidos de Suiza, son en su gran mayoría asiáticos, decido abandonar prontamente la ciudad, quiero seguir recorriendo el pequeño país por lugares más tranquilos. Tomo nuevamente pequeños asfaltos entre los campos que me van conduciendo poco a poco al río Rin. Finalmente, llego al extremo norte del país, algunos metros más adelante se anuncia Austria así es que hora de cruzar nuevamente el río para volver a Suiza, ahora puedo afirmar que crucé todo un país en media jornada, he cruzado Liechtenstein

Entrando a Lichtenstein, por Balzers

El castillo de Balzerd

Algunos campos cultivados, animales y de fondo las grandes montañas

Así lucen las vías pequeñas entre Lichtenstein, miren lo perfectamente recortado que está el cesped
  
Entrando a Vaduz

Vaduz, capital de Lichtenstein y de fondo, el castillo de Vaduz

16/9/17

[Suiza] Bienvenido a los Alpes. Cruzando La Suiza multicultural, de bellas montañas y naturaleza muy bien protegida.



Entrando a Suiza comienza la subida y subo pronto a los 1000 msnm. Voy por la ruta que une Suiza con Italia, voy con los coches, no me gusta así es que pruebo con otro camino, un camino ripiado que se aleja de la ruta principal aunque tiene más subidas, lo hermoso: el paisaje que se gana con cada subida. El aire es fresco, las montañas las tengo muy cerca y los bosques cada vez crecen más. Un tren aparece en mi camino, es un tren que marcha lento pero lleno de turistas. Sigo por el costado de la línea y esta hace extrañas subidas, gana al igual que yo mucha altura en poco trayecto. La gente me saluda por la ruta en varios idiomas, me confundo, decido esperar primero su saludo y luego responder.

Continuo subiendo y mi primer campamento es casi a los 2000 metros. Ha sido una noche fría, me he recordado de esas noches de invierno cuando crucé los pirineos comenzando mi viaje. Día siguiente encuentro un lindo paisaje de bosques y montañas, aunque sin camino de coches. Resulta ser un hermoso sendero pero imposible para las bicicletas. Un hombre por la ruta me saluda, se ríe y me dice: "tu debes estas loco", le respondo con una sonrisa: "si, eso ya lo sé". Demoré 5 horas en subir y me caí dos veces, pero ya estoy arriba, cerca del lago blanco. Me apresuro buscando camino de coches y lo encuentro, aparece también cientos de turistas, muchos en bicicleta, soy el único que va cargado como burro arriba, me miran todos con curiosidad y reflexiono, ¡Supieran por donde subí!.

Lago blanco me muestra un camino de coches, lo tomo y en 15 minutos llego al gran paso, sobre los 2400 msnm y una postal de oro. Ver esas montañas hermosas y vestidas de nieve, con un aire fresco que me transporta a los inviernos de mi país, con una claridad del aire que confunde y en primera plana mi bicicleta cargada (que desde ese momento pasará a llamarse "el burro"). Tomamos la foto del recuerdo y comenzamos la gran bajada. A los pocos kilómetros y por la espalda aparece otra gran postal con una montaña adornada de glaciares en su cima, la oportunidad perfecta para una colación. Continúo bajando hasta llegar a La punt-Chameux donde me espera Ronie.

Descansado y con energías nuevas enfrento una nueva subida, de otros 2400 metros. Es un paso hermoso y recomendado, así es que seguro valdrá la pena. Ciclistas aparecen en la gran subida, nuevamente soy el objeto de curiosidad, no me tienen fé y eso me anima a alcanzarlos, pedalear a su ritmo e incuso adelantarlos, llegamos con el burro primeros a la cima, reventados pero orgullosos. Desde aquí comienza otra gran bajada que me lleva prontamente a la civilización.  Aquí, un pueblo celebraba una carrera y sin querer pasé con mi bicicleta por la meta, un hombre comenzó a aplaudirme y se sumaron más personas. En mi vida he corrido cien carreras y primera vez que me aplauden en la meta y eso que voy con bicicleta.

La gente en suiza es amable, me invita a comer, a beber cervezas, cada vez que paro me preguntan si necesito ayuda. Los paisajes no se quedan atrás, bosques frondosos y limpios, aguas cristalinas bajan de sus cerros, la gente disfruta y cuida mucho su entorno, hay cientos de lugares para hacer picnic, todos muy bien cuidados y limpios, las familias cuando se van procuran dejar más limpio que como lo encontraron. Sigo bajando por Suiza y en el pedaleo conozco a Marcus, un ciclista que finalmente me pasa las llaves de su casa para ir a dormir (el debía viajar), imaginen la confianza!

Así fue mi cruce por Suiza, gente muy amable, paisajes hermosos, bellas montañas, aguas cristalinas, naturaleza muy bien cuidada y ciclorutas perfectamente equipadas y señalizadas. Sin duda, Suiza fue un pequeño pedaleo de "placer".


La Ruta que tomé en Suiza
Entrando a Suiza por Bruscio

Llegando a bruscio me impresiona la ruta de Tren, sin barrera y un solo un par de metros de la calle, incluso en algunos momentos entra a la calle y se confunde con las vías.

Posciavo visto desde las alturas

El sendero de trekking que me lleva a Cavaglia, entre las montañas y los bosques

Subiendo por un sendero al lago Blanco, sendero hermoso pero imposible para la bicicleta

Finalmente, en el lago Blanco. 

En el paso de Bermina, a unos 2450 msnm


Hermosas ciclopistas rurales aparecen al costado de hermosos ríos de aguas cristalinas

Cuando la ciclopista entra en los campos, esta es la postal.

Lago de la Palpugna (creo, bajando hacia Bergun

Miren la hermosa postal con el puente de trenes y las grandes montañas de fondo

El tren rojo que sube por las montañas zigzagueando entremedio de los bosques

Para las bicicletas, estos puentes colgantes rústicos

Estas son las señalizaciones para la bicicleta. Generalmente, dos tipos de pistas la de asfalto y la rutal (Ripio). Ambas, muy bien señalizadas

Entre bosques, campos y montañas

12/9/17

[Italia 6] Arrivederci Italia. Bienvenido a los Alpes




Dos meses por Italia me habían marcado, me estaba acostumbrando a sus comidas, sus tradiciones, sus saludos, incluso ya hablando un poco su idioma, me invade la nostalgia a medida que voy más y más al norte, por que ya nada se parece a Calabria o Napoles.

Dejo Modena con rumbo norte. Comienzan a aparecer ciclovías asfaltadas y perfectamente señalizadas, algo que casi no vi en toda Italia. Voy cruzando pequeños pueblos al norte y aparecen cada vez más ciclovías y con esto, también más bicicletas. Veo gente de todas las edades moviendose en bicicleta, aquí la bicicleta es un medio de transporte histórico. Me sorprendo a la vez que me alegro.

Llego por la tarde a Mantova, hermosa ciudad rodeada de ríos y parques, un centro histórico muy bien conservado y por supuesto también mucho turista. Cae la noche y a buscar campamento. Encuentro un hermoso lugar a orillas de la ciclovía, decido dormir con hamaca, no tengo energías para armar la tienda y cuando estoy en mi sueño profundo, un ruido ensordecedor me despierta, los arboles que sostienen la hamaca tiemblan, luces alumbran por todos lados, abro la hamaca para ver que sucede y voila ! la línea del tren pasa a dos metros de la hamaca ! que pesadilla, tengo dos opciones pero voy sin dudarlo a la primera: seguir durmiendo.

Desde Mantova continúan las ciclovías hasta cerca de Brescia, desde donde tomo rumbo al gran lago di Gardi, aunque voy un poco más al oeste. Brecia me recibe con un hermoso centro histórico, de edificios adornados con grandes estatuas y arquitectura dificil de clasificar. Una hermosa plaza me transporta en el tiempo y el sol sobre mi cabeza me obliga adescansar bajo la sombra. Continuo hacia el oeste, se pierden las ciclovías, decido continuar con GPS, ingreso por error y tan solo 50 metros a una autopista y me asusto, retroceder es mi única opción, pero por un carril donde solo cae un vehículo. ¡Que momento más tenso! malditos coches.

Se termina la pianura Padana y comienzan las subidas, aunque no muchas por que pronto llego al lago y continúo por el borde. De fondo aparecen unas montañas, ¡Los Alpes!, una alegría me invade, ver las enormes montañas de las que tantas historias y fotos hermosas me han llegado, finalmente las tengo en frente, aunque también puedo sospechar lo que se avecina, la gran subida. Continuo por el hermoso lago, un letrero me desvía del camino y me lleva a una pista exclusiva para bicicletas y peatones, ¡que hermoso camino!, el lago de aguas cristalinas me invita a un baño, es un día perfecto pero debo apresurarme, un amigo me espera al otro lado del lago. Finalmente llego a la casa de Nicola y tomo un gran descanso, había sido un dia inmenso, lleno de emociones, ahora a Dormir soñando en los Alpes.

Día siguiente la subida, cada vez tengo los Alpes más cerca, ya supero los 1000 msnm, voy cansado pero feliz, la temperatura va cambiando y también la arquitectura de las casas. Aparecen iglesias y casas completamente de piedras, rústicas pero bien conservadas. Sigo subiendo hasta el paso de Aprica y sorpresa ! El camino va cuesta abajo, tanto que desciendo más de 1000 metros hasta un pueblo llamado Torino, que pesar, todo lo subido habrá que volver a subirlo. Viendo el mapa con detalle, no tenia muchas opciones, pero ya está, mal momento pasado y mirar al norte. Una rotonda me indica "Suiza" y una gran subida comienza, pasan algunos metros y un letrero de aduana aparece, sin más advertencias una caseta de aduanas se me cruza por la ruta. Un aduanero italiano me saluda amablemente y luego de algunos metros y sin ningún tipo de control, un cartel me da la bienvenida a Suiza, he llegado a los Alpes.

Un hermoso reloj, en la catedral de Mantova

Mantova

Mantova

Llegando a Brescia, un gran palacio que ahora (al parecer) funciona como hotel 

Brescia

Brescia

Llegando a lago D'lseo, primer encuentro visual con los Alpes

La pista exclusiva para bicicletas y peatones, a orillas del lago D'lseo. Que maravilla

Pisogne, en la costa del Lago D'lseo

Lovere, ciudad en la costa del lago d'lseo

Con Nicola y Beatrice, en Endine.

Un pequeño pero hermoso lago negro, atrás del lago d'lseo

Iglesias de piedra aparecen por la ruta

Fotografía de los 11.000 km


En la esquina inferior derecha, un pueblo que recibe los últimos rayos de sol del día

Subiendo poco a poco las montañas en Italia

Vista a Torino, bajando desde el paso Aprica

Casas alpinas cerca de la frontera con Suiza