9/4/14

Los 2500 km en bicicleta [Parte 5/5: Lonquimay/Talca]




En el lago Budi

1636 – 1859 km [Lonquimay/Puerto Domínguez]

Por la mañana y luego de retornar a Chile, saqué dinero y compré algunas cosas que extrañaba, especialmente el pan marraqueta crujiente de la mañana. Me comí 3 y con queso. Pedaleé desde temprano por la ruta que conduce al túnel las raíces, antiguo túnel ferroviario que hoy es uno de los más extensos de Latinoamérica. Al llegar, no me dejaron transitar por el túnel  así es que por tercera vez tuve que subir mi bicicleta a un vehículo. 

8/4/14

Los 2500 km en bicicleta [Parte 4/5: Malargüe/Lonquimay, Chile]


Con Kurt, antes de comenzar la jornada de pedaleo. En la ruta 40

1080 – 1265 km [Malargüe/Barrancas]

Hasta la fecha mi viaje había sido relajado, transitando generalmente por buenos caminos, durmiendo cómodamente, pasándomela bien entre amigos, cervezas  y buenas comidas. Sentía que necesitaba una experiencia más extrema, con caminos dificultosos, pueblos más distanciados entre sí, viajando además con poco dinero, todo en pos de ganar experiencia para el gran viaje. Así decidí emprender rumbo sur por la ruta 40 y retornar a Chile por el paso del Pino Hachado.

7/4/14

Los 2500 km en bicicleta [Parte 3/5: Mendoza Capital]


Con Damian, guardaparques, en la reserva cordón del plata, Mendoza

1056-1080 km [Mendoza Capital y alrededores]

Si bien este parte del viaje no tiene mucho de bicicleta, fue para mí muy importante puesto me reencontré con dos buenos amigos, conocí otras tantas buenas personas y recorrí un montón y en bicicleta la hermosa Mendoza.

2/4/14

Los 2500 km en bicicleta [Parte 2/5: Malargüe/Mendoza Capital]


Ruta 143, después de la tormenta. Camino a San Rafael

430-766 km [Malargüe/San Rafael]

Abandoné Malargüe un día sábado. Compré comida y algunas cosas que necesitaba y partí con rumbo norte. Mi siguiente destino era Los Molles, a unos 55 km de Malargüe. Tomé la ruta 40 y a los 20 km viré a un camino hacia la cordillera, que bordeando el río salado llega a Los Molles.  En el trayecto pinché dos veces y agoté el adhesivo para pegar parches. En mitad de la nada un kiosko pequeño, de casualidad pregunto y ¡sorpresa!, tenían “la solución” –nombre del adhesivo-.