9/12/17

[Croacia 2] Cruzando Dubrovnik. De la calma a la convulsión y luego a la calma





Vengo de la ruta del Ciro en Bosnia i Herzegovina, vengo de ser abrazado por el silencio de las montañas y la soledad de sus valles. Dejo toda esa paz y entro a la antigua región de Dalmacia, nuevamente en Croacia. Aterrizo en la convulsionada ciudad de Dubrovnik y luego de unos minutos solo quiero escapar, me pregunto ¿Que hago aquí?. Pero la ciudad es bella, amurallada y de piedra es un buen testigo del último milenio de historia. Quiero entrar pero antes un café para despertar. ¿Qué?,¿3 euros el café?, desde Francia que no tomaba un café tan caro, confieso que me dolió pagarlo. Bueno burro, visitemos la ciudad y nos vamos por que ni pensar en buscar un hostal. Alcanzo pronto la gran muralla y una de sus puertas de acceso, cientos de turistas circulan por minuto, de todas partes del mundo, todos los idiomas se mezclan, miles de fotos por minuto, un cartel me dice "prohibido entrar con bicicleta" ¿Pero que tipo de prohibición es esta?, de todas formas lo mio es un burro así es que estamos en regla.

Vamos cruzando la ciudad, esquivando cientos y cientos de turistas, el burro llama más la atención que los bellos edificios, me siento observado, me toman fotos, imagino que se preguntan ¿Que hace este vago empujando eso que parece bicicleta por las escaleras?. Luchamos con el burro subiendo escalas e intentando escapar de la masa de turistas, pero están por todos lados, estamos rodeados, comienzo a desesperarme, quiero silencio, paz y aquí no lo encuentro, me digo "suficiente", me voy, esto no es para nosotros. El burro me asienta con una sonrisa y nos vamos, pero antes una compra al supermercado, amarro al burro pero salgo con las manos vacías, ¿Pero que es esto?,¿Por que es todo tan caro?. Me subo al burro y escapamos pronto, vamos dejando la ciudad en una gran subida pero vamos rápido, no se quien tiene más ganas de irse pronto, si yo, el burro o ambos, lo cierto es que volamos escapando.


Estoy pensando en Montenegro, quiero dejar pronto Croacia no sin antes visitar a un excéntrico personaje dueño de un parque natural que me ha invitado a pasar la noche en el parque. Una hermosa cabaña de madera, un frondoso y tranquilo parque y una puesta de sola despampanante que no veía desde Italia. Con esta ultima parte me quedo, un paraíso de esos que son el mejor remedio para terminar un convulsionado día.

La gran muralla de la ciudad

Los enamorados están por todos lados !

La calle principal, dentro de la ciudad amurallada

Dentro de la ciudad amurallada

El muelle en la ciudad amurallada

La ciudad amurallada vista desde las alturas


Una hermosa playa (aunque privada). Camino a Montenegro

Las antiguas casas de piedra colgando de los cerros hoy lucen renovadas, pero se mantienen colgando

La hermosa puesta de sol

La cabaña en medio del bosque.



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