7/4/14

Los 2500 km en bicicleta [Parte 3/5: Mendoza Capital]


Con Damian, guardaparques, en la reserva cordón del plata, Mendoza

1056-1080 km [Mendoza Capital y alrededores]

Si bien este parte del viaje no tiene mucho de bicicleta, fue para mí muy importante puesto me reencontré con dos buenos amigos, conocí otras tantas buenas personas y recorrí un montón y en bicicleta la hermosa Mendoza.


Los amigos Clara y Sebastián, junto a otra pareja típica mendocina.

Una buena ciclovía en medio de la ciudad

Recorriendo el parque San Martín en bicicleta

Un gran monumento en el cerro la gloria, interior parque San Martín.

Vista de la ciudad, desde el cerro la gloria

Unos bailarines de malambo, en la semana federal.

Mi encuentro con un choique o ñandú

Al llegar a Godoy Cruz fui recibido por mis amigos Sebastián y Clara, a quienes había conocido en el sur de Chile. Recorrimos la ciudad y su gran parque en bicicleta, también Maipú y sus enormes bodegas de vino, probamos la cerveza artesanal en algo parecido a una ecoaldea, visité también un centro de rehabilitación de animales silvestres (aunque no están permitidas las visitas) y luego nos internamos en el cordón del Plata por una semana. Lamentablemente el clima no nos acompañó para intentar una cumbre importante, más nos adentramos a las cercanías del Cerro de la plata (6000 msnm) llegando hasta sus campamentos de aproximación y base, donde pudimos contemplar lo inmenso de aquellas montañas, a las que tendré que volver algún día. 


Con mi amigo Sebastián, en el campamento piedra grande.

Al regreso de la montaña y para despedirme de Godoy Cruz, pedaleamos sobre una ciclovía que me sorprendió de buena forma, ya que en sus 6 km de longitud, son los ciclistas quienes tienen la preferencia en cada esquina, concluyendo en un lindo parque donde mateamos y tocamos guitarra hasta que llego la noche.


Recorriendo Maipú y sus bodegas de vino

Probando una muy buena cerveza artesanal en Maipú

Al retorno, y dado que no quería pedalear la misma ruta de regreso a Malargüe, decidí tomar un bus (que en Argentina llaman “colectivos”). Fue la primera vez que puse la bicicleta sobre un vehículo y también la primera vez en “fui asaltado”, ya que la línea de buses me cobro un pasaje adicional por llevar mi bicicleta (aunque esta fuese desarmada). Al estar en la terminal de San Rafael -esperando la conexión a Malargüe- me obligaron a esperar fuera de la terminal puesto en ella “No estaba permitido ingresar con bicicletas”. Discutí con ellos sus absurdas reglas pero termine riéndome de la situación.

Finalmente llegué a Malargüe, donde me esperaba la familia Ramal, a quienes conocí en mi primer paso por la ciudad. Me invitaron a cenar y luego de unos cuantos fernet se terminó la velada. Al día siguiente partiría hacia el sur por la ruta 40.

En Malargüe, con parte de la familia Ramal. Vero, Vivi, Nico y Daniel

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