17/3/17

[Marruecos 1] Desde Tanger-med a Rabat por la costa



... Y el barco me dejó en Marruecos, África. Solo una hora de viaje me separó de España. Entré a Marruecos tarde, llego de Noche y aparecen algunos problemas con el pasaporte, problemas mecánicos en la bicicleta, documentos perdidos y la noche con su intenso viento me acosaban. Me costó adaptarme al nuevo país, fue un cambio muy brusco en tan solo 1 hora de viaje. Pero fui ganando confianza, me instalé dos días en Tanger para preparar ruta, reparar la bicicleta y descubrir lo nuevo. Fui aprendiendo como se movía la ciudad para moverme un poco a su ritmo, fui descubriendo nuevos aromas, nuevas comidas, nuevas vestimentas, me fui adaptando y me fue gustando.

Ya sobre la ruta volvió la sonrisa espontanea, saludando muy de cerca el atlántico fui tejiendo la ruta, entre ciudades blancas como la sal, otras azules como el océano y muros amarillos como las arenas, me estaba adentrando en la historia árabe, tenía ganas de conocer y marruecos quería que lo conocieran, las coloridas ferias, los olores del mar, las convulsionadas calles y la amabilidad de a gente me fueron invadiendo. Por los campos me saludaban mil personas por día, niños salían corriendo a mi encuentro para practicar sus idiomas extranjeros, cada saludo era un aliento, cada pueblo en el horizonte un nuevo objetivo, el viaje estaba lleno de vida, cada día, cada hora. Fui invitado a muchas casas por el camino, pernocté en varias de ellas, cada invitación era para mi una invitación a aprender.

Así me fue abrazando el paisaje, así me fue guiando el atlántico hasta llegar a Rabat, donde se disputaba una batalla campal entre el mar y las barreras de la ciudad, el mar parecía muy enojado con la ciudad , queriendo derribar sus muros con cada oleaje. En Rabat una pausa con un amigo y su familia, día viernes, día de cuscus y también de comer mucho, volver a reunir energías para seguir al sur.


Mi primera foto en Maruecos, continente africano

Las colinas a orilla del mar, cerca a Tanger

El pequeño zoco de Tanger, en la medina.

La medina de Tanger, vista desde la costa

Las playas del atlántico, camino a Ashila

Los callejones en la Medina de Asilah

Asilah

Cantores berberes en Asilah

La medina de Asilah

Rumbo a Larache

Una embarcación pesquera en Larache

En las playas de Khenache

Toufik y su familia, que me alojaron una noche


Kenitra

Antes de llegar a Rabat

Momento en que cumplí los 3000 km de pedal

La medina de Rabat

Rabat y el atardecer

La medina de Rabat vista desde la Playa

La medina de Rabat

La gran muralla de Rabat, con el atardecer toma colores anaranjados intensos

Participamos en esta aventura:
La compañera bicicleta, el amigo Ukelele, Domingo de Tanger, Toufik y su familia, Amine, Rachid y su familia de Rabat.

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