10/5/18

[Turquía] Parte 3. Mi llegada a Bursa y la pausa de invierno


En la plaza de Bursa. Los cafés se cubren con paraguas antes la fuerte lluvia

Estoy en Anatolia, he cruzado con barco desde el lado europeo de la ciudad. Fue la única forma ya que es prohibido hacerlo con bicicleta, pero ya estoy en Kadikoy, linda parte de la ciudad con calles pavimentadas en piedra y edificios repartidos por las colinas. Aquí hay mucho comercio, muchos restaurantes que ofrecen todo tipo de gastronomía, también hay para todos los bolsillos. Aquí conozco a Sinan, ciclista urbano que finalmente me hospeda una noche, para luego continuar cruzando la gran urbe.

Afortunadamente aparecen algunas ciclivías a orillas del mar de Marmara, son ciclovías de paseo, de un joven asfalto pero que dan muchas vueltas y se descontinúan repetidamente, pero algo es algo. Voy lentamente avanzando a orillas del mar, contemplando los grandes y modernos edificios, los remodelados parques que le dan un poco de color a la grisasea ciudad, hasta llegar a Pendik, donde conozco a Oguz y Esra, con quienes pasé varios días formando lindos lazos e introduciéndome rápidamente en la historia moderna del país, me voy interesando mucho, comienzo a leer parte de la historia, lamento no haberlo hecho antes.

Con Sinan, en su tetería: "Small house", en kadikoy

Una de las ciclovías que pude encontrar, lindas pero descontinuadas, solo son de paseo 
Grandes y extraños edificios se pueden apreciar al sur de la ciudad


Oguz y Esra, grandes amigos de Estambul

Comiendo empanadas chilenas con vino chileno en Estambul


Analizo mis opciones para seguir hacia el sur, Bursa es mi siguiente destino, pero otro impedimento aparece en la ruta planificada, un nuevo gran puente que cruza un fiordo del mar de marmara, es también prohibido para las bicicletas, así es que finalmente me decido tomar un barco, que por 18 liras (3,5 euros), me lleva desde Pendik hasta Yalova, en un ferry que aquí lo conocen como "ferrybus" o "seabus" (Bus de mar). Desde Yalova tengo una gran cuesta pero luego de ello una gran bajada, aunque luego otra cuesta pero luego otra gran bajada. Finalmente llego a Bursa donde me recibe Gorkam y su familia.

Bursa es una gran e histórica ciudad, fue cuna y capital de imperio otomano, aquí pude visitar la antigua parte de la ciudad que aún se conserva en buen estado y tambuién las tumbas de los antiguos emperadores otomanos. Pero en Bursa también se anuncia mal clima, los siguientes 5 días serán de mucha lluvia, frio y luego nieve, así es que debo decidir pronto que hacer. Buscando alternativas para parar en Turquía (Algo así como un woofing), encontré  un ticket de avión muy barato a Francia, avión que saldría desde Estambul dos días después. De inmediato contacto algunos amigos en Francia y estos me responden en seguida, "vente, que aquí te puedes quedar y luego buscamos un woofing", no lo pensé más y me compré el ticket, era la pausa que necesitaba, el invierno estaba acá, la bicicleta estaba con muchos problemas y mi cabeza necesita un descanso.

Dejo mi bicicleta en casa de un chico que conocí el día anterior y me regreso a Estambul, a casa de Oguz, a quien conociera en mi paso por la gran ciudad. Día siguiente me voy al aeropuerto solo con una pequeña mochila, me estaba separando del burro por primera vez en el viaje, pero lo dejé en buenas manos y con un fardo de comida.



Con Gorkam y su familia, en Bursa. Los maravillosos desayunos turcos

La antigua parte de la ciudad de Bursa

Me impresiona como los barrios fueron poco a poco montando los grandes cerros

La gran mezquita en la ciudad



2 comentarios:

  1. tus viajes y reseñas nos hacen viajar a lugares escondidos e invisibles,de rica cultura y proveedor de avances al intelecto del hombre.felicitaciones por tu aporte

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  2. lugares invisibles para nuestros ojos ,pero descubiertos por un chileno patiperro con valor de conocer el hogar que cobija la vida de tantos seres,la única casa a millones de km.a la redonda.un aplauso por ti

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