18/4/15

Rumbo sur. Parte 4: "Del Budi a San Martín de los Andes por el Pirihueico"


Una linda mañana en el parque nacional Lanin, Argentina.

Me despedí de la familia amiga en el Budi y me acompañó un bello día, además de una gran sorpresa, saliendo de Puaucho completé mis primeros 1000 kilómetros, ¡Que alegría!, me motivé y seguí pedaleando por los sinuosos y pedregosos caminos que continúan al sur, aunque con bonitos paisajes.
A los 30 km llegué a Hualpín y con este pueblo al pavimento. Continué rumbo sur alejándome levemente del mar aunque nunca lo dejé de sentir, así hasta llegar a Toltén. Desde aquí el camino avanza entre humedales y vegas que acompañan al río Queule hasta su desembocadura, lugar en que se entra a la región de los ríos y a la caleta del mismo nombre en la que sus pescadores se preparaban con efervescencia para la semana santa, muchos con pocas horas de sueño sin parar de armar redes. Una gran cuesta abandona la caleta y al otro lado en una extensa playa aparece Mehuin y al final un nuevo puente que comunica con Missisipi, una pequeña pero atractiva caleta al otro lado del río Lingue.


La ruta del lago Budi a San martín
Los primeros 1000 kilómetros saliendo del lago Budi

Un antiguo puente en el río Tolten

El río Queule y un hermoso atardecer

La caleta de Queule, justo en la desembocadura del río homónimo

La playa de Mehuin y al fondo el puente que lleva a Missisipi

Aquí tomé camino a San José de la mariquina, me despedí de las brisas marinas, del ruido de las olas y de los cánticos del viento del pacífico. Abandoné la costa bordeando el río Lingue en un plano asfalto que muy pronto llega a San José, una prospera ciudad con todos los servicios desde donde tomé camino a Valdivia bordeando el río Cruce, hermoso río que teñido de otoño lucía las hojas caducas desechadas por los árboles. Llegué por la noche a Valdivia, mi amigo JP me esperaba para invitarme a unas cervezas en un lindo bar llamado 1960 y luego a dormir.

Por la noche me pilló la lluvia de sorpresa, me mojé algo pero igual desperté con muchas ganas de pedalear así que continué. De camino a Los Lagos la lluvia se dejo caer muy fuerte, pensaba en buscar una hostal pero de pronto salió un maravilloso sol que me obligó a continuar, me detuve en los lagos solo por una sopaipilla recién frita.

De los lagos a Panguipulli el asfalto avanza bastante bien, con buena berma para pedalear y con suaves lomajes de pastoreo a ambos lados del camino. A medio camino volvió a salir el sol con más fuerza, me detuve a comer y mientras cocinaba el sol secó todas mis cosas. Esa noche dejó de llover y dormí cerca de Panguipulli.


Aburridos de que los confundieran de lugar, sus dueños le pusieron así al fundo

El río Cruces

Río Calle Calle camino al lago Riñihue

Llegando a Panguipulli con un lindo atardecer

En Panguipulli la gente vuelta loca comprando mariscos, llegaban las camionetas cargadas del mar y se vaciaban al instante. Desde aquí tomé camino para el lago Pirihueico, de un impecable asfalto con muy buena berma para pedalear, bordeando el Panguipulli entre suaves lomajes de pastoreo y mucho bosque nativo. A unos 20 kilómetros aparecen fantásticos miradores al lago y a sus intactas islas, cuyos árboles coloridos me recuerdan la llegada del otoño, aunque por ratos llovía no me desanimaba por que el paisaje se veía aún más extraordinario. Así llegué al cruce de Choshuenco pero tomé rumbo a Neltumé para desde aquí continuar al Pirihueico. En el cruce se terminó el pavimento, la lluvia intensificó y los kilómetros que faltaban a Neltumé me hacen creer que ya estoy en la carretera austral, muy linda ruta aunque el frío me obligó a buscar una hostal en el hermoso pueblo de Neltumé, sacado como de la carretera austral y puesto en medio de la cordillera. Aquí conocí a Pato y Andrés, con quienes compartí en la noche e intercambiamos contactos por si el camino nos volvía a topar.



El lago Panguipulli

Un río que baja al panguipulli, Nalcahue si mal no recuerdo

Almorzando junto al Panguipulli y sus montañas

El río que baja desde neltumé

Embarcándome por el lago Pirihueico

Una isla del pirihueico

En el transbordador rumbo a Puerto Fuy

En el transbordador rumbo a puerto Fuy

Desembarcando en puerto Fuy

En puerto Fuy, listo para comenzar la última parte del tramo que abandona Chile

Un hermoso camino antes de llegar a la aduana

En el limite de Chile y Argentina

Un arcoiris me da la bienvenida a Argentina 

El Lago Lacar, en el parque nacional Lanin

Por la mañana siguiente los últimos kilómetros que pasan por la reserva Huilo Huilo y sus hermosos hoteles como el montaña mágica, aunque la lluvia no cesó hasta embarcarme en Puerto Fuy y dedicarme a disfrutar de uno de los más hermosos viajes en transbordador que he hecho. Poco más de 1 hora disfrutada a concho. Ya al otro lado del lago, los últimos 11 kilómetros para llegar a la frontera me regalaron hermosos paisajes, que se repitieron incluso cuando crucé a Argentina, donde también me recibió el hermoso y gran lago Lacar, perteneciente a la reserva nacional Lanin. Esa noche de hambre caí donde un puestero que me alojó en su quincho. Me fui a dormir luego de varios mates, tortas fritas y largas charlas con don Segundo Eduardo.

Al día siguiente una gran bajada me llevó a San Martín, llegué muy pronto pero por ser domingo también encontré casi todo cerrado. Conocí por esas casualidades de la vida a una linda pareja de muchachos, Cristian y Nadia, con quienes terminé alojando luego de compartir con ellos gran parte del día. Así me recibió Argentina, con mucho mate, tortas fritas y buenas amistades.


El puestero que me alojó, don Segundo Eduardo.

La bandera mapuche flamea por estas zonas

En San Martín, unos murales al costado del museo del Ché

Con Cristian y Nadia en la feria artesanal de San Martín

Abandonando San Martín 

0 comentarios:

Publicar un comentario