septiembre 12, 2017 nadapablo
Dos meses por Italia me habían marcado, me estaba acostumbrando a sus comidas, sus tradiciones, sus saludos, incluso ya hablando un poco su idioma, me invade la nostalgia a medida que voy más y más al norte, por que ya nada se parece a Calabria o Napoles.
Dejo Modena con rumbo norte. Comienzan a aparecer ciclovías asfaltadas y perfectamente señalizadas, algo que casi no vi en toda Italia. Voy cruzando pequeños pueblos al norte y aparecen cada vez más ciclovías y con esto, también más bicicletas. Veo gente de todas las edades moviendose en bicicleta, aquí la bicicleta es un medio de transporte histórico. Me sorprendo a la vez que me alegro.
Llego por la tarde a Mantova, hermosa ciudad rodeada de ríos y parques, un centro histórico muy bien conservado y por supuesto también mucho turista. Cae la noche y a buscar campamento. Encuentro un hermoso lugar a orillas de la ciclovía, decido dormir con hamaca, no tengo energías para armar la tienda y cuando estoy en mi sueño profundo, un ruido ensordecedor me despierta, los arboles que sostienen la hamaca tiemblan, luces alumbran por todos lados, abro la hamaca para ver que sucede y voila ! la línea del tren pasa a dos metros de la hamaca ! que pesadilla, tengo dos opciones pero voy sin dudarlo a la primera: seguir durmiendo.
Desde Mantova continúan las ciclovías hasta cerca de Brescia, desde donde tomo rumbo al gran lago di Gardi, aunque voy un poco más al oeste. Brecia me recibe con un hermoso centro histórico, de edificios adornados con grandes estatuas y arquitectura dificil de clasificar. Una hermosa plaza me transporta en el tiempo y el sol sobre mi cabeza me obliga adescansar bajo la sombra. Continuo hacia el oeste, se pierden las ciclovías, decido continuar con GPS, ingreso por error y tan solo 50 metros a una autopista y me asusto, retroceder es mi única opción, pero por un carril donde solo cae un vehículo. ¡Que momento más tenso! malditos coches.
Se termina la pianura Padana y comienzan las subidas, aunque no muchas por que pronto llego al lago y continúo por el borde. De fondo aparecen unas montañas, ¡Los Alpes!, una alegría me invade, ver las enormes montañas de las que tantas historias y fotos hermosas me han llegado, finalmente las tengo en frente, aunque también puedo sospechar lo que se avecina, la gran subida. Continuo por el hermoso lago, un letrero me desvía del camino y me lleva a una pista exclusiva para bicicletas y peatones, ¡que hermoso camino!, el lago de aguas cristalinas me invita a un baño, es un día perfecto pero debo apresurarme, un amigo me espera al otro lado del lago. Finalmente llego a la casa de Nicola y tomo un gran descanso, había sido un dia inmenso, lleno de emociones, ahora a Dormir soñando en los Alpes.
Día siguiente la subida, cada vez tengo los Alpes más cerca, ya supero los 1000 msnm, voy cansado pero feliz, la temperatura va cambiando y también la arquitectura de las casas. Aparecen iglesias y casas completamente de piedras, rústicas pero bien conservadas. Sigo subiendo hasta el paso de Aprica y sorpresa ! El camino va cuesta abajo, tanto que desciendo más de 1000 metros hasta un pueblo llamado Torino, que pesar, todo lo subido habrá que volver a subirlo. Viendo el mapa con detalle, no tenia muchas opciones, pero ya está, mal momento pasado y mirar al norte. Una rotonda me indica "Suiza" y una gran subida comienza, pasan algunos metros y un letrero de aduana aparece, sin más advertencias una caseta de aduanas se me cruza por la ruta. Un aduanero italiano me saluda amablemente y luego de algunos metros y sin ningún tipo de control, un cartel me da la bienvenida a Suiza, he llegado a los Alpes.
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Un hermoso reloj, en la catedral de Mantova |
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Mantova |
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Mantova |
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Llegando a Brescia, un gran palacio que ahora (al parecer) funciona como hotel |
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Brescia |
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Brescia |
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Llegando a lago D'lseo, primer encuentro visual con los Alpes |
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La pista exclusiva para bicicletas y peatones, a orillas del lago D'lseo. Que maravilla |
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Pisogne, en la costa del Lago D'lseo |
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Lovere, ciudad en la costa del lago d'lseo |
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Con Nicola y Beatrice, en Endine. |
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Un pequeño pero hermoso lago negro, atrás del lago d'lseo |
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Iglesias de piedra aparecen por la ruta |
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Fotografía de los 11.000 km |
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En la esquina inferior derecha, un pueblo que recibe los últimos rayos de sol del día |
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Subiendo poco a poco las montañas en Italia |
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Vista a Torino, bajando desde el paso Aprica |
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Casas alpinas cerca de la frontera con Suiza |
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