1/9/17

[Italia 5] A la pianura padana. Florencia, Bolognia y Modena.





Dejo San Marino y un pequeño cartel me da la bienvenida a Italia. Casi de inmediato aparecen los extensos campos de cultivo que extrañé por San marino. Ajusto mi brújula al siguiente destino, Florencia, aunque no sería sencillo ya que por delante estaban los Apeninos. Comienzo a subir poco a poco, entre pequeños pueblos y cultivos, el atardecer me pisa los talones y busco un lugar para dormir. Día siguiente, continuar con la gran subida hasta el paso del mandrioli, a poco más de 1100 msnm. La recompensa, un increíble bosque en alturas, aguas frescas de manantiales y un aire totalmente puro. Ahora la bajada, que con el viento golpeando de frente refresca y reconforta, pero otro paso de altura aparece, Florencia me la está haciendo difícil. Finalmente llego a la ciudad siguiendo el río Arno, aunque muy tarde. Ha sido un jornada muy dura, los paisajes me colmaron de colores, las subidas me dejaron sin fuerzas y las bicicletas pintadas por la ruta me dieron el ánimo para completar la etapa. En Florencia un grupo de chilenos se han reunido para esperarme, que hermoso gesto. 

Reparé al burro (mi bicicleta) con la ayuda de la gran familia que me hospedó. Tuve la suerte de dar un paseo nocturno por la hermosa ciudad, con clima agradable, música por las calles, cientos de estatuas y edificios tenuemente iluminados. Me despedí de la hermosa Florencia y mi camino seguía al norte, hacia un nuevo encuentro con los Apeninos, esta vez rumbo a Bolognia. La noche me cae en los Apeninos, pero es un lugar hermoso. Siguiente día y mientras subía por los hermosos paisajes, un ciclista (Ricardo) se me une en viaje hasta Bolognia la rosa. Que hermosa ciudad, detenida en el tiempo con dos enormes torres inclinadas que dan la bienvenida a la antigua ciudad. Me impresiona la cantidad de bicicletas por las calles y también la cantidad de ciclovías, algo que veo por primera vez en Italia. Bolognia se prepara para el verano con un enorme cine libre en su plaza principal. Me despido de Ricardo y la hermosa Bolognia por que debo llegar a Modena, me esperan en la ciudad que está a unos 30 km. La pianura padana me guía, el viento me empuja y llego pronto a Modena, Rodrigo (un chileno) me espera y me da una gran bienvenida. Comienzo a planear desde Modena mi última parte del cruce de Italia, voy rumbo a los Alpes, voy rumbo a Suiza. 


Los caminos entre cerros y campos que me llevan a Florencia

Sarsina

El burro encontró su pareja. Noten la botella de agua, que envidia.

Rumbo a Florencia este paso de altura, famoso también por el Giro de Italia

El grupo de chilenos que me esperaba en Florencia

La catedral de Florencia por la noche

El puente viejo en Florencia, colmado de turistas. a los costados del puente varias tiendas de orfebrería. 

Los hermosos paisajes que me dejó el tercer cruce de los Apeninos, desde Florencia a Bolognia.

En Bolognia, las dos torres dan la bienvenida a la ciudad histórica. Ambas inclinadas lucen monumentales, evidenciando lo alta que fue la ciudad en algún tiempo. 

Recorriendo la ciudad con el burro

Cine abierto, música y mucha juventud, en la plaza de Bolognia.

Otros edificios detenidos en el tiempo

En modena

La plaza del centro de Modena

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