11/5/17

[Túnez 2] Desde El Kef a Touzar. El Sahara me saluda y da la bienvenida


Sbitla, ciudad que conserva una ruinas romanas que invitan a reflexionar. Cuanta tecnología, cuantos años de conocimiento y ¿que hemos aprendido como humanidad?, ¿Hacia donde caminamos 2 mil años de conocimiento después?


Fueron 3 días pedaleando en un gran grupo, me despido de los amigos del Kef y continúo solitario al sur. La policía comienza a escoltarme, no me siento cómodo pero no tengo opciones. Decido olvidarme de la policía y disfrutar el paisaje, campos de trigo bailando con el viento, árboles de olivos y colinas que cada vez se vuelven más amarillas. Antiguas ciudades romanas se me cruzan, camino entre ellas y pasan miles de años de historia por mi cabeza, cuanta tecnología, cuanto conocimiento y aún no aprendemos a convivir. Sbitla está bien conservada y nos invita a reflexionar, luego de 2 mil años ¿en que estamos?, ¿hacia donde vamos?

Tengo algunos problemas con la policía, problemas de comunicación y su exagerada forma de velar por "mi seguridad". Me hacen deshacer la ruta pero no renuncio, al dia siguiente la rehago con más ganas, no me van a desmotivar. En Gafsa me reciben como en casa, entro a la ciudad de noche pero esta es calida y con un poco lluvia, que raro recibimiento me da el desierto. 

Desde Gafsa me despido de los montes verdes, de los cultivos, de los bosques y comienza mi encuentro al Sahara. Primero, voy a la frontera con Algeria donde encuentro los primeros oasis. Que maravilloso espectáculo, donde solo se respira desierto los bosques de palmera parecen caricaturas salidas de un cuento de ficción. Al entrar al oasis no hay forma de abandonarlo, es tan difícil como salir de la tienda una madrugada de invierno. 

Mides, Tamarza y Chebika son paraísos muy próximos a la frontera, intento imaginar la historia en el tiempo donde no habían automóviles y la única forma de llegar era con camellos luego de varios días, que premio debió ser para los primeros forasteros, viajeros de antaño premiados con la naturaleza.

Cruzo a Algeria sin querer y sin saber, un pastor me hace gestos y al ver el GPS lo confirmo. Retorno antes de ser visto por la policía y evitar así un problema. Voy a Touzar cruzando paisajes aridos, el calor me abraza y el camino se pierde en un espejismo pero antes de llegar a Touzar un premio, una fuente de agua termal en medio de un oasis de palmeras. El Sahara me estaba recibiendo con los brazos abiertos, se mostraba cálido en su recibimiento lo que me tenía confundido.

En Touzar el calor no duerme y los cafés permanecen con gente hasta altas horas de la madrugada. Ahora pienso en lo siguiente, entrar en el desierto, eso me viene quitando el sueño hace días.


Próximo a Kaserine, una colina que parece artificial. Me recuerdo historias escritas de cuando fueron descubiertas antiguas ciudades, estaban enterradas en lo que los exploradores describían como: "colinas que parecen artificiales"

Un pozo de agua fresca, usado por miles de años.

Un taller de aceite de oliva, en las ruinas romanas de Sbitla

Las ruinas romanas de Sbitla
  
Una iglesia y de fondo el foro. Sbitla

El anfiteatro, lugar de esparcimiento. Pan y circo decía el Caesar

Frutas y verduras de la estación, en el mercado de Sbetlia

Son los últimos campos verdes que me regalará el camino

En Gafsa, las antiguas piscinas romanas que tienen más de 2 mil años y aún son utilizadas en verano.

El pan, base alimenticia en Túnez.

Contemplando para tratar de entender la naturaleza, la sabia madre tierra

Atardeceres naranjos me recuerdan que estoy en el desierto

Dejando Gafsa, los cerros cambian de color y la vegetación desaparece

Con mi amigo Marwen de Gafsa, antes de adentrarme en solitario por el desierto

Mis primeros oasis visitados

A la distancia puedo contemplar este espectáculo de la naturaleza. Cuanto color, cuanta forma, cuanta belleza.

Cañones esculpidos por las aguas del invierno. 

El cañon de Mides. aquí fueron filmadas incluso algunas películas famosas

La antigua ciudad de Mides al borde del cañon

En el oasis de Mides, con la antigua ciudad de fondo

Una cascada en medio del desierto. En Tamerza

Otro cañon en tamerza, dibujado con el pincel de agua y viento.

En Chebika las fuentes parecen sacadas de historieras. Leyendo libros de aventureros por el desierto, no me hubiese podido imaginar semejante mariavlla.
Chebika, un oasis de ficción. 

Y nos vamos al Sahara

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