8/10/17

[Eslovaquia] Cruzando por Bratislava siguiendo la cicloruta EuroVelo 6



Llegamos con Caterina a Eslovaquia de noche, cruzamos un puente para peatones y bicicletas y un pequeño cartel nos da la bienvenida. Rápidamente buscamos sitio para armar campamento, encontramos con la última luz del día un lugar junto al río. Pasaron solo algunos minutos y un pescador llegó a nuestro campamento a ofrecernos comida, así nos recibía Eslovaquia. Seguimos río abajo y nos separamos del río buscando un café. En el restaurant, ya teníamos otros 3 amigos que nos invitaron a unas cervezas, Eslovaquia nos estaba recibiendo muy bien, sin tener una palabra en común nos comunicábamos solo con la sonrisa y era suficiente para ganarnos el cariño y/o admiración. Llegamos a Bratislava (hermosa ciudad). Caminar por entre sus barrios antiguos fue otro viaje en el tiempo, como en Praga pero con mucho menos turismo, teníamos callejones por donde miráramos, algunos castillos antiguos, iglesias góticas restauradas y callecitas enteras de piedra. Bratislava fue una linda pausa en nuestra carrera contra los días de permiso que me quedaban en Europa. Seguimos por el Danubio, vamos río abajo así es que vamos rápido, acampamos a orillas del río y unos bosques gigantes me hacen preguntarme, ¿Como hicieron los primeros que abrieron camino aquí?¿Cuan salvaje habrá sido?.

Eslovaquia al igual que su antigua hermana república checa, tiene a orillas de las rutas de ciclismo decenas de restaurantes que ofrecen principalmente la cerveza fría y que también es más barata que un café. Esto nos invita a disfrutar del viaje, tomarse una cerveza fría luego de una tarde calurosa de pedaleo por tan solo 1 euro, es un premio. Pero seguimos por el Danubio, que por momentos se vuelve muy salvaje y más aún cuando el asfalto desaparece. Seguimos acampando en sus arboladas orillas y una noche nos sorprende un barco repleto de turistas y totalmente iluminado, iluminó nuestro campamento hasta que desapareció río abajo.

Seguimos por el Danubio y al otro lado ahora es Hungría, llegamos a una hermosa ciudad llamada Komarnó y en frente, lado húngaro, una llamada komárom. No hay duda de que esta fue una sola ciudad en algún momento, que extraño me resulta, pero la ciudad al menos en el lado eslovaco es hermosa. Vamos practicando la lengua, ya estamos familiarizados con su moneda e incluso con algunos de sus horarios, pero río abajo se avecina Hungría y comenzamos a despedirnos del país. 

Último pueblo y nos despedimos con una cerveza fría como ya fuera nuestra tradición por las tardes, pero queríamos cruzar a Hungría antes de que llegara la noche, así es que continuamos. Y continuamos junto al río, siguiendo las ciclorutas que por lo demás siempre estuvieron muy bien indicadas. El camino desaparece, un río nos separa de Hungría, ¿Por donde cruzamos?, una pareja local nos indica un puente, es un puente de trenes pero tiene un espacio para peatones y bicicletas al costado, el sol comienza a esconderse y nosotros celebrando el atardecer nos decimos ¡bienvenidos a Hungría!


La ruta seguida en Eslovaquia
El primer campamento a orillas de río, conociendo pescadores locales


En Bratislava

Bratislava y un castillo

Bratislava

Bratislava

Bratislava

Retomando la Eurovelo 6, a los autos definitivamente no les gusta esta velocidad

Caterina por la Eurovelo 6

Eurovelo 6, siguiendo el Danubio

komaró

Komarnó, Eslovaquia

Llegando a la frontera con Hungría, ya podemos ver algunas ciudades del vecino país

Antes de dejar Eslovaquia, un gran campo de marihuana nos despide.



0 comentarios:

Publicar un comentario